SOTANO
CELESTIAL parte 3
Andrescoutt tiene al frente a el un coyote, hermoso y grande con pelaje
pardo. Esta vez grita: "Un coyote. Hay un coyote!!" Pero lo único que
pueden hacer los demás es seguir subiendo con penurias mientras el
coyote se echa a correr, solo Andrescoutt tuvo el privilegio de verlo.
Que dicha, primero un venado y ahora un coyote, "esta exploración si
que ha valido la pena", piensa Andrescoutt. Se establecen en el abrigo
del bosque, ahora en la fría sombra, y en lo que sacan sus
ultimas provisiones el coyote aúlla. "Ahí esta la prueba", comenta
Andrescoutt emocionado. Por primera vez en el regreso sienten una
brisa fresca. Gerardoug ojeroso y pálido, pide comida a Andrescoutt.
Ese fue el fin del mango, el plátano macho y las limas. Su sarcasmo
sobre el contenido excesivo de la mochila de Andrescoutt se vuelve
contra el.
Lugar donde Andrescoutt vio al coyote esconderse.
La plática reinicia y creemos estar perdidos. Andrescoutt estima
solo 1km más de subidas. Vemos y escuchamos un águila gritar. La
preocupación aumenta cuando vemos el reloj. Son las 5:30PM y aun no
terminamos las subidas y no sabemos con certeza si estamos en el camino
correcto. Gerardoug y Boni Evans argumentan que estamos a mas de 1km de
terminar las subidas, quizás 2 o 3kms. Andrescoutt pide paciencia.
Armados de un ultimo dote de energía que nos dio el descanso, la fruta,
la sombra y el aire fresco, subimos a las bicicletas pedaleando a toda
maquina. El medidor cumple 1km mas y aun no terminamos la subida pero
vemos en el camino un árbol llamado 'palo dulce' que vimos cuando
veníamos de bajada. Ahora sabemos que falta poco y así fue, a 300mts de
ahí encontramos la cerca, que ahora nos permite asomarnos al otro lado
de los cerros: siguen las bajadas por fin!! Me permito bautizar esta
cerca como “Perita” porque fue la cerca de la esperanza.
A las 6:30PM empezamos con gran júbilo el último descenso hacia la
camioneta. Pero a los 100 metros BOM!! Truena la llanta delantera de
Andrescoutt. "Que la chin…" solloza Andrescoutt, mientras los demás se
retiran velozmente sin darse cuenta y se pierden en la espesura de la
vegetación. Andrescoutt sabe que sin pegamento no hay manera de reparar
la llanta, se resigna, y comienza a correr con todo y bicicleta
resbalando en las rocas, pisando el lodo y golpeándose frecuentemente
con los filosos pedales. Checa el medidor y le faltan 5.5kms. Los
demás, solidarios, lo estaban esperando mas abajo, lo cual
conmovió a Andrescoutt y agradecido se esmero por correr más velozmente
para no hacer más tortuoso el regreso. Fueron 5.5kms mas que
Andrescoutt tuvo que correr para llegar a la camioneta, el agotamiento
era tal que se sentía mas bien anestesiado que adolorido. Agradezco a
Boni Evans que me acompaño fielmente en el final de mi recorrido, a tan
solo 8km/h. Mi bicicleta ya la repare pero nunca se olvidara esta gran
aventura en la que estuvimos a punto de fracasar, y que se añade como
un logro y un descubrimiento más a la lista de nuestras exploraciones.
Al atravesar estos pastizales, el temor era pisar una serpiente de
cascabel. En esta zona, abundan.
Disculpen lo largo del articulo, estimados lectores, pero
la emoción de haber avistado un venado, un coyote, águilas, y haber
estado en varios microclimas como bosque, selva, semidesierto; la
emoción de habernos sentido perdidos y agotados, de sentir la
naturaleza en su máximo apogeo y haber superado todos los desperfectos,
contratiempos y agotamiento extremo, no se pueden describir en un
solo párrafo.
Así lucia el tramo final, que baja de estas increíbles montañas.
Solo queda decir "Conquistamos El Sótano celestial".
Hasta la próxima aventura cortesía de...
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