Ubicada frente a las cimas de Ajijic al otro lado del lago de Chapala, se encuentra esta maravillosa montaña que aun esconde grandes secretos. Descúbralos con nosotros a lo largo de este reportaje.
Agradecemos a Gerardoug por las facilidades de transportación ofrecidas...
Así agradecemos también a Don Chema, que nos recomendó el mejor punto para el ascenso y nos alerto de los agresivos jabalís... (y la advertencia no sería en vano).
Esta verde montaña se levanta hasta los 2760 metros de altitud...
Pronto se dejan ver, el Cerro Viejo y de las cimas de Ajijic, exploradas anteriormente por el equipo de la NCA.
Vegetación árida y espinosa caracteriza la primera parte del recorrido. El clima es cálido y sofocante, el agua rinde poco en estas difíciles condiciones.
Pero no dura mucho esta situación, ya que la vegetación cambia a un verdor que realmente sorprende en esta época de sequía. De igual forma jilgueros e innumerables aves dan al ambiente un paradisíaco toque que nunca habíamos encontrado con tanta intensidad, en ningún otro lugar. Empinadas pendientes suben la lectura de altitud en el GPS.
El avance es lento pero agradable, con aromáticas plantas, halcones, rastros de venados y coyotes, frescura y paisaje de altura que son la receta perfecta para el éxtasis de un explorador. En la foto, se aprecia Chapala a nuestra derecha...
180 grados a la izquierda se aprecia el Volcán de Colima con cierta actividad.
Bueno, mejor veamos un panorama mas amplio...
Y un poquitito mas a la derecha tenemos la continuación de la imagen anterior..
Esta y la fotografía anterior son la laguna seca de Sayula, debajo de la Sierra de Tapalpa, que le recuerda a su vecina “Chapala” su triste destino.
Lo que se puede ver en medio de estos 2 gigantescos vasos lacustres es lo siguiente...
se dice que en la era de Hielo o era Glaciar, los dos lagos formaban uno solo, así que posiblemente estas montañas estaban inundadas a manera de islas.
A 2500 metros de altura, los halcones se dan sus vueltas para inspeccionarnos, cuando se dan cuenta de que no somos bocados fáciles, se retiran...
Las moras silvestres son una opción de alimentación para la fauna de la montaña...
En fin, ya cerca de la cima, hacemos una pausa para saborear jicama, pepino, manzana roja, y naranja picados con limon, chile en polvo y oxido de hidrógeno (H2O) para beber...
Después de la ultima etapa de desafiantes alturas y empinadas laderas, por fin alcanzamos los 2760 metros de esta cumbre.
Nachoscott observa la contaminación proveniente de Guadalajara asi como varias de las cumbres que ya habiamos visitado en ocasiones anteriores, como el cerro de Ameca y el de Tequila, no muy visibles aquí.
Este es el paisaje hacia la Sierra del Tigre, cargándose al lado izquierdo o hacia el lago..
Después de registrar las diferentes vistas desde la cumbre, la recompensa nos esperaba. Si, deliciosas quesadillas con hongos guisados al carbón todo hecho con aromática leña en la sombra del bosque con vista espectacular y una envidiable tranquilidad.
Así transcurrió la tarde, que prosiguió con una siesta de la cual yo renuncie antes para ir a ver otra parte del panorama pero a unos 300 metros de Nachoscott y Gerardoug, un Jabalí me sorprendió por completo y cuando apenas lo identificaba entre la densa hierba por sus graves chillidos eche a correr como nunca hacia mis compañeros. Por fortuna el Jabalí no me siguió por mucho tiempo, pero mi susto se convirtió en gusto al poder relatar con orgullo mi hallazgo. Después regresamos los 3 para verlo, pero nada. Lo que vemos en la foto inferior es el poblado de San Luis Soyatlan en el otro costado de la montaña...
Cuando menos lo esperábamos la tarde comenzó amenazante en convertirse en noche, por lo que apresuradamente emprendimos el regreso siguiendo señas colocadas quizás por “boy scoutts”.
Creímos que esto permitiría un regreso mas rápido, pero dos horas después aun seguíamos a 2150 metros de altura, es decir apenas a la mitad del descenso total. Preocupados seguimos bajando con empeño.
Se dice que esta montaña tiene varias cuevas bajo la cumbre, que en épocas de la conquista servían de refugio a los indígenas de los soldados españoles. También se dice que durante la noche las animas de nuestros antepasados caídos en batalla hacen de las suyas. Esto realmente me preocupaba, algunas lechuzas me ponían los pelos de punta y algunos insectos me asustaban en verdad al revolotear en mi cabeza. Decidimos dejar las señas y tomar el atajo mas directo al carro, guiándonos con el GPS.
Mi máxima preocupación era que la luna no saldría hasta después de las 9:00 PM y no estaba dispuesto a caminar sin ver por donde, ya que las barrancas resultan muy peligrosas sumando a esto que la vegetación espinosa ya no es visible. Estábamos a 1934 metros de altura y aun no salíamos de la montaña, todo lo que hacíamos era trotar lo mas hábilmente posible entre la vegetación evadiendo interminables obstáculos. De mis 5 litros de agua no quedaba nada, yo tenia mucha sed y solo estaba a expensas de que Gerardoug y Nachoscott me regalaran algunos tragos. Teníamos casi 3 horas bajando y el sol estaba ya ocultándose.
Claro que todo la anterior se oye dramático, pero a la vez es la belleza de la aventura. Ahhhh!! Que emocionante, no lo cree estimado lector? Después de todo una acampadita a la intemperie no nos caería mal –comentábamos.
