El Lago
Sin Primavera, parte III
En el anterior
capitulo, Andrescoutt resbalaba peligrosamente en la verticalidad de la
nieve, quedando varado por algunos largos minutos, sin embargo ahora
cambia sus planes al observar la técnica de Andy Hoobing, quien con sus
pesadas botas patea vigorosamente la helada pared para compactarla
haciendo sus propios escalones de hielo.
Y la técnica resulta ser un éxito, momento que celebramos todos con
gran satisfacción.
Y unos metros mas adelante, un merecido descanso bajo el tibio sol...
...disfrutando del paisaje que justo habíamos dejado atrás.
Mucho disfrutar, mucho descansar, pero como en toda aventura llegaba el
momento de regresar, así que Gustavo robaba las últimas imágenes
panorámicas despidiéndose al mismo tiempo del lugar que coronó esta
expedición.
Sin embargo, el descenso, no parecía precisamente el más sencillo, ya
que la pendiente era mucho más drástica y en vez de caminar...
...se trataba de deslizarse hacia el interior del cráter por aquí abajo!
Todos observamos con atención la audaz hazaña de Andy Hoobing quien
vertiginosamente se proyecta hacia el fondo a una velocidad difícil de
describir con imágenes...
Lejos de sentir temor, el siguiente intrépido voluntario a descender
fue Gustavo, quien valiéndose de un pedazo de tronco, se prepara en el
desfiladero...
Y aquí lo vemos bajando como un bólido...
Sin embargo, esto no fue de ayuda alguna para la acrofobia de
Andrescoutt, quien decide cambiar un descenso rápido y aventurado por
una larga caminata de regreso por las colinas vecinas, enfrentando de
nuevo, los peligros de las alturas, la nieve y las rocas sueltas.
Por un buen momento, Andrescoutt se da cuenta que hubiera sido mas
fácil deslizarse con los demas, pero es tarde para revertir la decisión
y se limita a seguir usando toda la frialdad disponible en su cerebro
para enfrentar su pánico a las alturas.
Era casi una locura haber rechazado aquel deslizamiento directo, ya que
ninguna otra sección parecía ofrecer una ruta de descenso amigable.
Sin embargo, la voluntad de este férreo explorador se impuso sobre
todos los obstáculos...
Y al cabo de varios minutos, Andrescoutt finalmente aparece en las
cercanías del lago.
Cual cabra Cimarrón, causando derrumbes de rocas y arena el afamado
explorador guarda el equilibrio mientras avanza cada vez mas convencido
de que completara la hazaña, conservando su integridad física...y su
honor.
Al terminar el largo y sufrido descenso, Andrescoutt se da cuenta que
su GPS indica una altitud menor que la del cráter, comprendiendo que
había descendido mas de la cuenta, se re-encamina de inmediato guiado
por su navegador satelital...
Hasta que finalmente, aparece ante el, la imagen que tanto esperaba.
Cual música para los ojos, la visión veraniega más placentera de
nuestro amigo explorador, fue la de este helado lago, donde lo
aguardaban sus colegas, para un despreocupado regreso a casa. Lo más
difícil había sido superado. Las restantes 2.5 horas de caminata,
serian lo de menos.
Tras retar continuamente a las alturas, caminar horas sobre la nieve
entre interminables arboladas de coníferas y descender por pendientes
rocosas finalmente Andrescoutt vence todos sus obstáculos y
decide llamar a este paradisíaco lugar que le ha dejado gratos
recuerdos, como el Lago Sin Primavera.
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